lunes, 6 de abril de 2009

Noticias del campo intelectual (un texto corto sobre arte y política en Cuba)

cebballos13

 

Sandra Ceballos y René Quintana. Close Up. 2001.
Tomado de http://www.thing.net/~cocofusco/closeup.html

 

Todo lleva a pensar que la integración de un campo intelectual dotado de una autonomía relativa es la condición de la aparición del intelectual autónomo, que no conoce ni quiere conocer más restricciones que las exigencias constitutivas de su proyecto creador.
Pierre Bourdieu

 

Rafael López Ramos ha publicado en su blog Los lirios del jardín una declaración de Sandra Ceballos que increpa a algunos de los actores que intervienen en el espacio del arte cubano. Yo veo en esa declaración por lo menos tres temas fundamentales: Primero, la leo como una impugnación a la intromisión autoritaria del Estado cubano en los procesos artísticos. En segundo lugar, interpreto parte del texto como una crítica a la inconsistencia y la frivolidad con que a menudo se asume la relación arte-política dentro del propio campo del arte. En tercer lugar, presiento que en general, Sandra trata de enfrentarnos a tres imperativos impostergables: la defensa de la especificidad del trabajo intelectual, la asunción de una responsabilidad cívica ante el Estado y ante la sociedad, y por último la restauración de una ética que en muchos sentidos se ha visto resquebrajada durante las últimas décadas.

En esos reclamos yo encuentro también un esfuerzo por reintegrar a la persona y al ciudadano en la figura del artista. Durante mucho tiempo hemos aceptado (y hasta celebrado) el hecho de que el arte cubano haya asumido funciones que deberían estar repartidas entre distintos actores sociales. Pero la verdad es que eso esconde muchas trampas. Una de ellas es que esas funciones han sido asumidas con ligereza y sometidas a imprevisibles negociaciones con los representantes del poder estatal. Otra es que esas funciones son inevitablemente distorsionadas y manipuladas por las prácticas y los discursos artísticos (de hecho, a lo que hemos asistido es a su insinuación, a su simulación o a su parodia).

Pero, sobre todo, eso ha incidido en la fractura entre el artista y el ciudadano. Primero porque si el arte se plantea como un simulacro de la política, entonces al artista no le queda más que asumirse como un simulacro de ciudadano. Pero además, si el artista considera que el espacio del arte es el espacio idóneo para ejercer (previa negociación) sus deberes como ciudadano, está evadiendo perversamente un montón de responsabilidades cívicas y morales, y está poniéndose él mismo al margen de los espacios de pluralidad e interacción donde la sociedad civil pudiera ejercer su función política.  Yo quiero creer que cuando Sandra Ceballos pide que las obras de arte contengan “una estimulación inteligente para los cubanos” está convocando a asumir una función específicamente intelectual, pero cuando pide a los artistas que reclamen democracia, los está incitando a asumir sus funciones como ciudadanos, fuera del espacio escenográfico del arte.

Yo concluyo que, para cumplir con ambos reclamos, lo que hace falta en Cuba es un arte menos politizado y una política menos estetizada. Y en ese sentido, creo que al arte cubano le vendría bien tener una inteligencia (y también una intelligentsia) puesta en función de contribuir a esa autonomía del campo intelectual, que estudiaba Bordieu y a establecer de manera más nítida los límites (nunca definitivos, eso hay que reconocerlo) entre ese campo intelectual y el campo del poder.

Este es un punto que atañe específicamente a los críticos, los curadores, los historiadores del arte y otros expertos. Voy a poner un ejemplo para que se entienda mejor lo que está pasando. En octubre del año pasado el Espacio Aglutinador, que dirige Sandra Ceballos, organizó una muestra titulada ¡¡¡Curadores Go Home!!! Como se corrió el rumor de que asistirían conocidos opositores al gobierno cubano e, incluso, funcionarios extranjeros, el Consejo Nacional de las Artes Plásticas publicó una nota breve, pero desmesurada en sus acusaciones. Yo, como mucha gente, recibí decenas de mensajes de correo electrónico apoyando a Sandra y al espacio Aglutinador. Al final la exposición se hizo, y parece que sin mayores contratiempos. Pero después de eso yo no recibí ninguna reseña, ningún ensayo, ningún artículo escrito por algún crítico asistente a la exposición. Así que no tengo ninguna constancia de que la exposición fuera mala o buena,  no puedo consultar ningún análisis especializado de las obras participantes y no puedo saber si, en términos estéticos, fue un proyecto valioso o no. Claro que vale la pena defender el derecho de Sandra Ceballos a promover el arte cubano (derecho que se ha ganado trabajando muy duro y dando mucho de sí misma), pero mientras nosotros empleamos nuestra energía en defender los derechos de Sandra, sus propios censores se encargan de decidir cuál es el arte que vale y cuál es el que no.

Mientras los actores del campo intelectual (artistas, críticos, curadores o historiadores) emplean su energía en un simulacro de participación política, los políticos (funcionarios, policías o militares) se ocupan de definir cuál es el buen arte, cuáles son los verdaderos artistas y cuáles obras merecen ser descalificadas. ¿No hay algo disfuncional en ese estado de cosas?

9 comentarios:

  1. Muy certero tu razonamiento, irrefutable; pero infecundo. Idóneo para intelectuales. Ya le dimos mil y una vuelta a esos conflictos y sabemos muy bien que no es de arte ni cultura la cuestión. Ahí está la médula. A mi juicio, es muy tarde, el poder aprendió a usar el capital, mientras los artistas divagábamos entre egos y quimeras. Sandra, es la ultima utopía.

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  2. Gracias Paladín. En lo único que no estoy de acuerdo contigo es en que mi razonamiento sea irrefutable. En todo lo demás coincidimos. Y no creo ser más ooptimista que tú.

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  3. Moli, brillante aproximación, pero hablando del campo intelectual me parecería importante también el análisis de la lucha dentro del propio campo artístico -que desgraciadamente nos ha hecho tan vulnerables ante este tipo de poder autoritario. De ahí que esa "fractura entre el artista y el ciudadano" sea hasta cierto punto normal en este marco social en que la política es un simulacro de la política, y el ciudadano un simulacro del ciudadano.

    Me alegra que hayas abundado en el tema de la expo Curadores go home!!!, que tenía en mente cuando escribí sobre esa actitud purista que impide "asumir una actitud abiertamente disidente, ni siquiera tratar con disidentes o activistas políticos". Resulta muy elocuente el silencio de la crítica en torno a la exposición, lo cual demuestra la capacidad demonizadora de la nota emitida por el Consejo de las Artes Plásticas.

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  4. Molina, estoy de acuerdo contigo, tu texto no es irrefutable pero el analisis es muy bueno. yo pensaba escribir algo sobre el tema en estos dias pero ahora mismo me obligas a replantearme la discusion. me gusta mas el diagnostico que las conclusiones. el campo del deber ser es tramposo. yo debiera ser lindo y millonario pero no creo que eso resuelva nada. El visitante de la medianoche

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  5. Volao. Hoy estoy de acuerdo con todo el mundo. Prefiero el diágnostico a las conclusiones. Y desconfío del deber ser. De hecho, todavía desconfío del tono medio moralista que aflora en algunas partes de mi texto. Porque en realidad no pretendo hacer una proclama. Por eso no me disgusta que sea "infecundo", en términos prácticos, aunque sus (vuestros) comentarios confirman que vale la pena pensar un poco en esos temas.

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  6. menendezconde.ernesto8 de abril de 2009, 5:48

    Muy interesante y complejo tu analisis. Es realmente dificil encontrar una salida porque parece asistirse a un circulo vicioso. Me asombra el escepticismo generalizado ante la performance de Bruguera. Yo creo que lo diferente fue la manera en que participo el publico. Me das una idea para un post, que escribire en estos dias, cuando regrese de un breve viaje. Un abrazo.

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  7. Hola Ernesto, gracias por tu comentario. Yo no creo que la reacción del público durante el performance de Tania haya sido diferente. De hecho, el público se limitó a hacer lo que siempre hace: aplaudir. Es verdad que hubo un par de gritos de "libertad", dos o tres abucheos, risas, bonche, pero en general la inmensa mayoría de los presentes se asumió como espectador de un espectáculo que osciló entre lo solemne y lo cómico. Hablo por lo que ví en el video que publicó Yoanni. De hecho, no sé si antes de ella hubo otras intervenciones, pero por lo que se ve en el video, la mayoría de los que subieron al podio fueron personas para las cuales no es nada novedoso el hecho de arriesgarse interpelando al poder públicamente. Esto que digo no implica escepticismo ante el performance en lo que tiene de artístico. En realidad creo que la parte más densa y problemática de esta obra es su parte simbólica (como ocurre con cualquier obra de arte) y en este caso ese simbolismo está sostenido por elementos icónicos muy fuertes, cuya eficiencia como cuestionadores de la simbología del poder estaba garantizada con independencia del ruido o el silencio que generaran. En tal sentido sería una ingenuidad creer que el ruido le otorga a la obra más valor que el silencio.
    Aprovecho la oportunidad para sugerir la lectura del artículo de Gerardo Muñoz en su blog Puente Ecfrático (http://gerrypinturavisual.blogspot.com/2009/03/el-podio-del-poder-el-ultimo.html). Me dio mucho gusto leer también el intercambio de ideas que mantuviste ahí con Gerardo.

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  8. Molina, muy interesante este artículo. Regreso luego con más calma. También había leído lo de Gerardo y Ernesto. Por eso quiero releerlos ahora a los tres. Aprovecho para dejarte la invitación para que participes en nuestra encuesta sobre la blogósfera cubana. Es muy larga, pero es un estudio que merece le dediquemos algunos minutos. Tu criterio nos interesa mucho. Saludos.

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  9. Juan Antonio, disculpa que haya descubierto tu blog hoy, pero más vale tarde que nunca. La verdad me parece una tremenda incitación a ensayos monográficos, libros y foros sobre el tema. Demuestras no sólo sapiencia, sino que demuestras estar alejado de la frivolidad, la ambivalencia y la sin razón de gran parte de la Blogosfera cubana, a la que llegué hace exactamente dos meses y medio, y ya me asquea ver cuánto tiempo se pierde en quintacolumnismos, mediocridades y blogofagias, que no llevan a ningún lado, salvo a la autodestrucción de un fenómeno tan rico en su propia génesis. No voy a hacerte un largo comentario, sino es la muestra de mi grata sorpresa de haberme encontrado con alguien que sabe lo que dice y hace, por lo que a partir de hoy, vendré a menudo por acá, e intentaré acercarme a ti, para conversar otros temas, también importantes. Quien soy lo descubrirás en mi autobiografía, que se encuentra en la sección ELOGIO DE MI LOCURA, de mi blog www.josancaballero.wordpress.com, por lo que, ahora te comento que tengo, además de los blogs y sitios webs, una Revista que sale la semana próxima, y se llama BRUJULAR DE MIAMI, y como todos los proyectos se nuclea del aporte de los amigos y allegados, e incluso, intelectuales que voy encontrándome por el camino, como en tu caso, de ahí que me gustará usar este material u otro que luego vea interesante, además de los originales que puedas aportarme, para que tengan vida editorial propia en mi espacio periodístico. Si te parece, pues escríbeme a mi correo abracalibropublishers@hotmail.com, y comencemos con nuestro fructífero intercambio entrambos. Te saludo gratamente, y te mando un abrazo, hablamos cuando quieras, me gustaría saber más de ti, de tus proyectos y trabajos, Josán Caballero.

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